A los 30 años, pocos nos ponemos a reflexionar sobre la importancia de adquirir seguros médicos que nos protejan en caso de que se presentara una emergencia de salud pero, si así fuera, ¿sabemos a dónde acudir? ¿Quién nos respaldará en caso de invalidez? ¿Seremos capaces de lidiar con los gastos de una enfermedad? Las respuestas a todas estas preguntas para muchos jóvenes quedan en el aire, porque pocas veces nos detenemos a pensar en los planes a futuro y por tanto este tipo de seguros pasa a ser algo que queda en segundo o tercer término.
Sin embargo, los especialistas en temas financieros aseguran que dentro de planes de vida tales como tener una maestría, viajar por el mundo, comprar una casa, comprar un auto, casarse o tener hijos, una persona debe considerar seriamente invertir en un seguro médico que lo pueda proteger en caso de una contingencia de salud o un accidente.
Empezar a dedicar parte de nuestros ingresos monetarios antes de cumplir 30 años nos da la seguridad de que estamos previendo para nuestro futuro un panorama mucho mejor, ya que pase lo que pase, contamos con el respaldo de una aseguradora o una institución bancaria.
Entre más joven tome uno la decisión, es mucho mejor, pues aparte de estar protegidos, como se ha mencionado antes, a futuro se tiene un respaldo. Ya sea que contemos con un seguro brindado por instituciones de servicio público como el IMSS o el ISSSTE, o un seguro particular, los beneficios al respecto son muchísimos, puesto que para empezar, adquirirlo es muchísimo más fácil, ya que las exclusiones con las que se llegan a encontrar las personas interesadas en contar con un seguro se van incrementando a medida de que va envejeciendo el cliente; mero sentido común, mientras más joven somos, somos menos propensos a padecer enfermedades crónicas.
Muchos de los agentes dedicados a la venta de seguros médicos son de la idea de que es más probable que la gente mayor de 50 años tenga una enfermedad grave que alguien menor de 30. En caso de tener ya una enfermedad, es probable que algunos servicios de aseguranza le nieguen este servicio o le condicionen y le restrinjan la cobertura médica en cuanto al padecimiento en particular. Sin embargo, en caso de ya contar con un seguro a la hora de enfermarse, previamente contratado, no habrá ningún problema puesto que es obligación de su aseguradora brindarle una atención médica.
Otro de los beneficios de contar con un seguro médico antes de los 30, es la posibilidad de generar una antigüedad que permita acceder de manera oportuna a tratamientos en los que normalmente se le pide al cliente esperar para atender padecimientos específicos, tales como algunos problemas que tienen que ver con la columna vertebral, en los cuales, piden un mínimo de dos años desde la contratación del seguro médico para poder encargarse de éstos. En suma, cuando una persona invierte en un seguro a tempranas y se le presenta alguna enfermedad, habrá cumplido dichos plazos y podrá acceder sin problema a los tratamientos.
Los especialistas en estos temas refieren que los precios de las pólizas van aumentando conforme nos hacemos viejos, esto se debe básicamente a dos cosas: el riesgo de presentar enfermedades y la inflación en el costo de los tratamientos médicos.
El primer factor, es decir, el riesgo, hace que las pólizas inflen sus deducibles ya que en los jóvenes el peligro de presentar enfermedades como la hipertensión o la diabetes, aunque existe, es muy bajo. El segundo factor, la inflación: el costo de los insumos hospitalarios y médicos sube, o se vuelve todo más caro. Si se adquiere un seguro médico a los 65 años, es muy probable que las aseguradoras no lo acepten.
Al ser joven, no existen problemas para adquirir uno de los tantos seguros médicos en el mercado que ofrecen las aseguradoras y las instituciones bancarias. Dichas compañías tienen la mejor disposición de ofrecerle uno a la medida de sus necesidades para que usted a la hora de enfermarse, pueda disponer de una protección adecuada, sin tener que preocuparse por pagar facturas excesivas, ahorrando aproximadamente hasta el 50% de lo que se gastaría pagando el tratamiento por su cuenta.
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No te quedes desprotegido, analiza muy bien toda la información que te hemos dado a lo largo de esta entrada, un buen seguro médico podría hacer la diferencia a la hora de enfermarse, ya que incluso dispones con la opción de elegir los médicos que te atenderán, así como una atención personalizada en cada una de las etapas de la enfermedad y un servicio hospitalario más cómodo.
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